El truco del almendruco

Hace algún tiempo me pasé del dúo al trío, es decir, de dos servicios en uno a tres servicios en uno: ADSL, voz e Imagenio al precio de 39,90€ al mes. En la oferta me regalaban un partido de fútbol y dos películas. Es tanta mi afición por la tele que no utilicé el regalo; por no utilizar, no utilicé ninguno de los canales de Imagenio, excepción hecha de Canal Sur durante unos meses que tuve a mi madre en casa.
El técnico me avisó que, cuando estuviese enchufado a Imagenio, la ADSL iría un poco más lenta. Se quedó corto: la ADSL se me vino abajo estuviese viendo Imagenio, UHF, la digital gratis o tuviese apagados todos los aparatos. Además, las niñas de Alierta me seguían llamando para ofrecerme el trío.
En casa las cuentas las llevo yo. Quiosquera dice qué cuentas y cuándo debo comprobarlas. Un día le tocó a la factura del teléfono: no había factura; Telefónica me la enviaba digitalmente a un lugar al que yo no podía acceder porque ignoraba mi nombre de usuario y mi contraseña. Llamé al 1004. Los 39,90€ del trío habían engordado visiblemente además de rodearse de una apetitosa guarnición: línea individual, Internet (¿?), mantenimiento del ordenador… Conectarme a Internet más un gasto de 3 ó 4 euros en llamadas superaba ligeramente los 100€. Me di de baja de todo lo que no usaba y que Telefónica me permitió. Ahora la factura del teléfono está sobre los 70€.
Las niñas de Alierta continúan llamando.
Si algo bueno tienen los móviles es que, con el mismo precio, puedes ver quien te llama y si te llama el 1004 o un número raro, ignoras la llamada. Pero Telefónica ya se ha olido que el móvil que nunca le coge una llamada tiene teléfono fijo y para mi teléfono no pago por saber previamente quien llama, o sea, de vez en cuando me tropiezo con una operadora de Movistar. Hace un par de días tuve una conversación interesante:
- ¡Diga! – seco, por si acaso-.
- ¿El señor Quiosquero?
- Sí –desabrido-.
- Soy fulanita, de Movistar. ¿Está conforme con lo que paga de teléfono o le parece que paga mucho?
- Me parece exagerada la relación utilización/precio –un poco maleducado-.
- Veamos su ficha… ¡Huy, sí! En la última factura pagó usted 71,67€; es bastante alto.
- ¿Me puede mejorar el precio?
- Sí, claro, con el trío –ya empezamos, pensé-. Dispondrá de 10Mb de memoria, como ahora, llamadas de voz a fijo, llamadas a móvil e Imagenio.
- No quiero Imagenio, no veo la televisión.
- Bueno, no la vea si no quiere.
- Vale, ¿por cuánto me sale la oferta?
- En esta oferta especial usted pagaría por todo 50,90€.
- ¡IVA incluido!
- ¡Noooó! IVA aparte.
- ¿Alta de línea?
- La instalación es gratis.
- Alquiler de línea, quiero decir.
- Sí, sí, aparte.
- ¿Tiene una calculadora a mano?
- Sí.
- Pues sume: 50,90 del trío, más alquiler de línea, más mantenimiento Internet… ¿Lo tiene?... Multiplique por 1,18. ¿Cuánto le da?
- Setenta y cinco con cincuenta y cuatro.
- ¿Dónde está el ahorro? –irónico-.
- Hombre, es que yo le ofrezco más servicios; le ofrezco llamadas a móviles e Imagenio.
- Señorita, se lo he dicho al empezar: No quiero Imagenio. Y en los 71€ actuales están incluidas mis llamadas a móviles. Mejorar el precio no es comprar cosas inútiles por la misma cantidad; mejorar el precio es comprar lo mismo pero más barato. ¿Lo va cogiendo? –con bastante mala leche-.
- Perdone la molestia.