viernes, mayo 29, 2015

15.000 pitos

15.000 es el número de pitos que los separatistas, dicen, van a repartir entre los seguidores del Barcelona y Atlético de Bilbao para que catalanes y vascos puedan acallar a soplidos los compases del himno nacional español que habría de sonar a la entrada del rey Felipe VI al palco del Camp Nou para asistir a la final de la copa que lleva su nombre. Soslayando que en ningún otro país del mundo pudiera darse tamaño desatino, es curioso analizar las soluciones que se dan para evitar el desafuero.

Los españoles seguimos siendo tribales y, en eso, catalanes y vascos no se diferencian en absoluto del resto. Si añadimos que aún creemos que la bandera y el himno son un invento de Franco, no es de extrañar que nos choteemos del himno y nos limpiemos el culo con la bandera. Hay, sin embargo, españoles que respetamos los símbolos, al menos en aquellas ocasiones que nos representan.
Ante el anuncio de la pitada al himno, y los precedentes que conocemos, entre los poderes públicos y los mamandurrias deportivos se han propuesto acciones previas al partido o medidas punitivas que lleven a los organizadores a desistir de llevar a cabo la pretendida pitada:

-Acción 1: suspender el partido. ¿Y luego, qué? ¿Qué pasaría con los 80.000 hinchas que esperan a la puerta del campo?
-Acción 2: hacer sonar los himnos de España, Cataluña y País Vasco. ¿Quién asegura que así np se silbará el himno español? ¿Y si a alguien se le ocurre silbar el himno catalán o el vasco?
-Acción 3: se multa a los equipos cuyos seguidores toquen el pito (sin comentarios).

Se me ocurre una solución:
El himno de España suena por un único motivo: la presencia del rey. Si el rey viese el partido en su casa, no asistiría al palco del Camp Nou; si el rey no asiste al palco del Camp Nou, no tiene que sonar el himno; y si no suena el himno, los músicos se han de meter el pito en el culo.