Merodeando y la SGAE

Leo en mi diario favorito (20 Minutos) que la SGAE amenaza a Julio Alonso, autor de Merodeando, con emprender acciones legales contra él si en el plazo de 24 horas no suprime de su blog el post titulado SGAE=ladrones.
Polémica abierta.

Si la Iglesia Católica hubiera callado, es posible que hoy “El Código da Vinci” fuese un Seller pero menos Best. Con sus críticas al libro, la Iglesia consiguió que, católicos y no católicos, todo el mundo tuviese un interés repentino en leer, analizar y dar por bueno todo lo que se cuenta en la obra de Dan Brown. De rebote, yo mismo me leí Illuminati (Ángeles y Demonios) con una cierta delectación en el destripe de los entresijos vaticanos. No he sido capaz de leer nada más de Brown.

Me da que con Merodeando puede pasar lo mismo: la amenaza de la SGAE puede ocasionar un boom del citado blog.
Lo que ni Julio Alonso ni casi ningún otro ha puesto de manifiesto es que el “impuesto revolucionario” que grava los utensilios de registro, lo que hace es legalizar la piratería informática. La piratería inocua, quiero decir. Dado que pagamos un impuesto por ello, lo normal es que haya tropecientos millones del eMule descargando música, videos y cualquier otra cosa que pulule por Internet.

Es la forma que tienen los gobiernos de atacar la ilegalidad o alegalidad. Como no tienen ni idea de cómo atajar estas cosas, impuesto al canto. Leía el otro día que el IVTM se pagará según contaminación estándar de cada vehículo. No es que presuma de cívico, pero soy de los que cada año hacen dos revisiones al coche, control de emisión de gases incluido. Cuando entre en vigor la nueva norma, servidor llevará el coche al mecánico cuando deje de funcionar y si contamina… Para eso pago. El coste adicional del impuesto tendré que detraerlo de algún otro sitio y si pago por contaminar pues contaminaremos.