lunes, noviembre 15, 2010

Formula 1: decepción

Hasta ahora y a excepción de algún que otro éxito puntual, nuestra historia deportiva está llena de “por poco” y “otra vez será”; en nuestras conversaciones de cafetería los hitos más comentados son el “gol de Cardeñosa” frente a Brasil, el penalti fallado por Raúl frente a Francia o el balón que se tragó Luís Arconada en la final de París. Aisladamente, se hablaba del gol de Zarra, el gol de Marcelino o el Sapporazo de Paquito Fernández Ochoa. Por fin, a nivel deportivo, 2010 será un año recordado por sus éxitos: campeonato del mundo de selecciones nacionales, conquista de los 14 ochomiles por Edurne Pasaban, Rafa Nadal completando el Grand Slam, quinto tour consecutivo ganado por un español…
Este fin de semana Fernando Alonso debía redondear la temporada proclamándose campeón del mundo de Formula 1 por tercera vez en su carrera. Y se daban las condiciones idóneas; estaba primero en la clasificación y salía tercero, por detrás de Vettel y Hamilton, y dos puestos por delante de Weber, que era, en principio, el rival a batir. Hace tres meses nadie hubiera soñado con tener el título tan a mano. Tras el Gran Premio de Alemania, Alonso andaba por el quinto puesto y tenía delante los McLaren de Hamitlon y Button y los Red Bull de Webber y Vettel; por delante y a considerable distancia, teniendo en cuenta que no había otros coches que les pudieran disputar la primacía.

Fernando Alonso enganchó varias victorias más o menos consecutivas, los Maclaren se desfondaron y los Red Bull se pusieron a tiro. Lejanos pero a tiro. Y la fortuna jugó a favor en Corea: Mark Webber se salió de la pista cuando iba segundo y Sebastián Vettel rompió el coche cuando iba primero y la carrera de acababa. El Gran Premio de Brasil dejó las cosas sobre ascuas: en la última carrera, el Ferrari de Alonso debía cruzar la meta por delante de uno de los dos Red Bull y no muy detrás del otro, sobre todo si ese otro era Webber. Y las pruebas de clasificación en Abu Dhabi ponían el título a huevo: Fernando sólo debía mantener la posición; incluso podía permitirse el lujo de perder un puesto.
El accidente de Schumacher hizo que el panorama cambiase un poco; los que no contaban cambiaron ruedas sin perder la posición y la estrategia de Ferrari se vino abajo. Pero todos los favoritos estaban en las mismas circunstancias: sólo había que cambiar la estrategia y fijar su atención en Vettel. Eso hizo Red Bull. Descartado Webber, se lo jugó todo a una carta y mandó cambiar ruedas al australiano en un momento muy poco propicio. Ferrari picó y puso en práctica la estrategia pensada el sábado que el domingo, justo en ese instante, ya no valía. Sebastián Vettel es el nuevo campeón del mundo de Formula 1. Para Ferrari, para Fernando Alonso y para los aficionados españoles llegó la gran decepción.

No oculto que me habría gustado una victoria de Alonso, pero no me hubiese molestado en absoluto que Mark Webber hubiera acabado luciendo el entorchado de campeón. Alonso ya ha probado las mieles del triunfo; Vettel es muy joven y le quedan muchos campeonatos por delante; Webber está apurando su carrera y apenas le quedan oportunidades. Pero es que Webber es un caballero. Lo he visto este año en dos entrevistas y me ha calado.
En la primera había ganado, teniendo tras de sí a Alonso y a Vettel. Más o menos vino a decir que estaba contento con la victoria aunque había sufrido mucho con esos dos pilotos detrás.
En la segunda entro tercero, con Alonso y Vettel delante. Más o menos vino a decir que estaba contento con la carrera que había hecho quedando por detrás de esos dos fenómenos que lo precedían: ”Pero estos dos chicos hicieron una carrera fantástica hoy. Todo el fin de semana ellos han conducido muy bien y ha sido una buena carrera para todos y estoy muy contento con el tercer puesto”.

Lo dicho, yo no habría sufrido ninguna decepción si Mark Webber se hubiese coronado como campeón del mundo.

3 comentarios:

A las 16/11/10 19:46 , Blogger E. Sierra ha dicho...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

 
A las 16/11/10 19:47 , Blogger E. Sierra ha dicho...

Completa y absolutamente de acuerdo. Si no ganaba Fernando el título, que lo ganara Webber. Y al final ni uno ni otro...

 
A las 16/11/10 20:10 , Blogger Quiosquero ha dicho...

Bueno, siempre no puede salir bien. Ya disfruté de lo lindo el año que se le jodió el título a Hamilton. ¡Vamos, cuando llevaba el volante con el Windows instalado y lo tuvo que reiniciar!

 

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