jueves, octubre 07, 2010

Letra pequeña

Don Sixto Garrido Saldaña, 120 kilos de carne de cura como a él gustaba denominarse, fue mi profesor de literatura en sexto de bachiller. Creo haberlo contado alguna vez pero, por si acaso, lo repito. Don Sixto llegaba a eso de las 11, hora en que empezaba el recreo, y aparcaba su Gogomóvil en la misma puerta del colegio. El Gogo es (o era) como un Biscúter con puertas y techo. Sacar 120 kilos de una lata de sardinas es complicado, sin embargo Don Sixto se apañaba bien: se inclinaba a la derecha todo lo que podía, sacaba la pata izquierda y la estiraba hasta tocar el asfalto y, a partir de ahí, todo era fácil; era cuestión de hacer resbalar el culo con suavidad y vigilar que no se dejase los sesos pegados en el quicio de la puerta, cosa que también estaba prevista ya que conducía con una boína atascada hasta las orejas. Y no digo chapela, digo boína (con acento en la i) como la que utilizaban los agricultores en el pueblo. Una vez había conseguido enderezar los huesos, Don Sixto plegaba el asiento del conductor y se metía de cabeza en el vehículo dejando el culo al aire (al aire pero cubierto por la sotana, se entiende), rebuscaba en la parte de atrás, cogía un paquete y lo colocaba en el asiento del copiloto. Los alumnos que estábamos en el recreo nos acercábamos curiosos y podíamos ver que el paquete no era tal paquete sino un libro voluminoso en cuya portada podía leerse: “La pedagogía de Balmes. Tesis doctoral de Don Sixto Garrido Saldaña”.

Para llevar a cabo su tesis, el citado doctor había vivido un par de años en Vich y se había imbuido de la cultura y el buen hacer de los catalanes a los que elogiaba con frecuencia y masacraba de vez en cuando. El texto que utilizábamos estaba escrito por un tal Guillermo Díaz Platja, hermano de Fernando, al que conocí (de oídas y leídas) algún tiempo después. En el Colegio Diocesano de Almería, todos los alumnos de sexto, sin excepción, pronunciábamos el nombre del autor como Guiyermo Día’ Pla’ha, cosa que le encantaba a nuestro profesor dado que así tenía oportunidad de hacer ostentación de sus conocimientos de catalán: Guillermo Díaz Platcha. Luego, nos hablaba de la laboriosidad catalana y su aprovechamiento de cada minuto del día, la cual cosa él había aprendido y practicaba. Don Sixto iniciaba la clase sacando de una cartera de cuero dos instrumentos: el libro de texto y un reloj despertador de aquellos con dos medias esferas a modo de campanilla en la parte superior y un implacable badajo en medio. La clase se dividía en tres partes: Preguntas a los alumnos, explicación del tema del día siguiente y prácticas de análisis morfológico y sintáctico y comentario de texto; el despertador marcaba el cambio de tema, lo mismo que los clarines y timbales marcan el cambio de tercio en una plaza de toros.

Me estoy saliendo del tema pero es que Don Sixto Garrido, quiera Dios que en Gloria esté, era un personaje del que se puede sacar partido. Abreviando. Durante su estancia en Cataluña, el futuro doctor daba clase de literatura en un colegio de Vich y varias veces durante el curso nos contó como real aquella historia (que todos sabíamos) del niño que se empollaba la lección al pie de la letra y, en una ocasión, le dijo que de aquel autor no era necesario que estudiase la letra pequeña, a lo que el niño (catalán y, por ende, tacaño) contestó:
- Mi padre dice que él ha pagado el libro entero y que yo me lo tengo que aprender todo.
Era una gracieta de Don Sixto. Porque el tiempo ha demostrado en nuestra propia carne la importancia de la letra pequeña.

Ayer saqué del buzón un tríptico en el que ONO anuncia sus precios imposibles de mejorar. ADSL de 50 Mb. reales al módico precio de 15,90€/mes; alta y Wi-Fi gratis. En letra más pequeña, junto al precio mensual, indica que el importe total ascenderá a 18,76€ una vez se incluya el IVA. Le siguen las ventajas más espectaculares de la promoción y, al final, en letra que justifica la adquisición de una lupa, unos apartados que no es necesario estudiar ya que no son importantes para este autor.
Precio para los tres primeros meses: 15,90€/mes. A partir del cuarto mes: 45,90€/mes (54,16 con IVA). Alquiler de línea no incluido: 14€ (16,52 con IVA). Instalación: 39€ (46,02 con IVA). Sin compromiso de permanencia.
¡Coño, menos mal!.

Aunque Don Sixto se lo tomara a pitorreo, hagamos caso al tacaño padre catalán y, puesto que el buzón lo hemos pagado entero, leamos todo lo que dice la propaganda en caso de que interese. Hasta la letra pequeña.

1 comentarios:

A las 16/10/10 00:05 , Blogger kioskero ha dicho...

Yo en el colegio san jose de calasanz de los padres pios escolapios aprendi muy bien que a la mujer y al papel hasta el culo le has de ver.

 

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