viernes, febrero 25, 2011

Mi libro digital


El año 2010 arrancó bien; después de cuarenta años buscando libros de bolsillo, que no caben en un bolsillo pero sí en un bolso pequeño, los Reyes Magos me trajeron un lector de libros digitales: en apenas 100 gr. de peso podía transportar más de 1.000 libros digitales y acceder a su contenido en cualquier lugar en que dispusiese de tiempo para matar. La alegría no duró demasiado; en poco más de seis meses tuve un pequeño percance: el libro digital se quedó sin pilas (ya había tenido que cargarlo un montón de veces) y, con el cable USB en la mano, me acerqué al ordenador para cargar el dispositivo; lo conecté y la pantalla se puso en movimiento. Primero se encendió una lucecita verde en el ángulo superior derecho del dispositivo; luego apareció el anagrama del fabricante y finalmente, en el extremo inferior derecho de la pantalla y de forma progresiva, se fueron formando unos cuadraditos negros; hasta siete. Vamos, como siempre; sólo que esta vez, y después de permanecer estática unos segundos, la lucecita verde empezó a parpadear, se apagó y se borró la pantalla. Luego volvió a encenderse la lucecita verde, apareció en pantalla el anagrama del fabricante y se fueron formando los cuadraditos negros… Y así tantas veces como fue necesario hasta que se agotó la batería. Cuando esto pasa en un ordenador actual, se dice que se ha colgado. En mis primeros tiempos, los manuales relacionados con la informática venían en spanglish y, cuando el ordenador o un programa entraba en un bucle sin fin, decíamos que se había lupado (de loop). Colgado o lupado, me quedé sin el juguetito. Como el dispositivo aún estaba en garantía, pedí a Dalr la factura. Error. Dalr estaba remozando su piso y era imposible encontrar un papel; bueno, era imposible encontrar un papel y cualquier otra cosa que no estuviese ostensiblemente delante de los ojos. Esperé a que acabase las obras. Esperé a que organizase los armarios. Me desesperé porque algún detalle de las obras y bastantes detalles de los armarios también se habían lupado, y acabé yendo a la tienda donde compró el artefacto para pedir que me diesen la dirección del mecánico, hoy llamado técnico. Me dieron un teléfono y la dirección de una web. En la web venía el mismo número de teléfono y una dirección de correo electrónico; el resto iba de incógnito. Y el teléfono, cómo no, era un 902 de los que no aparecen en nomasnumeros902.com. No me quedó más remedio que marcar. Velocidad endiablada; al otro lado de la línea ni siquiera sonó.
Bienvenido a nombre-empresa. Le informamos que por motivos de calidad ¿? todas las conversaciones son grabadas. Le recordamos que también pueden ponerse en contacto con nosotros a través de la dirección de correo electrónico comercial, arroba, nombre-empresa, punto com. Si quiere ser atendido en catalán pulse uno. Si desea ser atendido en castellano pulse dos. Clin-clon (ruido como de un cacico de aluminio que se cae)….
Pulso 2.
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- ¡Coño, a ver si tengo más suerte en catalán!
Pulso 1.
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- ¡Joder, que el contestador elija el idioma!
No pulso ni 1 ni 2…
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A ver, ¿cómo puede arreglarme una avería de un dispositivo que se lupa, una empresa cuyo contestador automático también se lupa? ¿O acaso el bucle telefónico sí tiene fin y yo me he puesto nervioso y he colgado antes de que se cumpla la condición que genera la bifurcación?

Llevo dos días poniéndome en contacto con ellos a través de la dirección de correo electrónico pero me temo que también esté lupada ya que no he recibido respuesta. De todos modos no deja de tener su gracia. Me imagino lo que sucederá a los lectores cuando, dentro de unos años, la lectura electrónica esté extendida: sentado en una banco cualquiera de un parque cualquiera, enfrascado en la lectura de su best seller y, cuando esté a punto de desenredarse la trama, el libro se le lupe y lo mande a la primera página. Y así hasta que se desbloquee el teléfono de la empresa fabricante.

¡La madre que parió al que inventó la tecnología!

P.D. Causualidad o no, hace un ratito que me han llamado por teléfono contestado mi email y el lunes o martes pasarán a recogerme el libro (17,15h).

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