La Magnitud del Estado
En uno de mis últimos viajes entablé una cierta amistad con
George. George es un abogado de origen alemán que reside en las Islas Baleares
y que ha vivido en carne (familia) propia las consecuencias del Muro y las
consecuencias de su demolición. De familia socialdemócrata (Willy Brandt),
inmerso en una economía de mercado tirando a liberal, George ha evolucionado
políticamente en función del esfuerzo
exigido o empleado en mejorar sus condiciones sociales y económicas.
Hemos tenido largas charlas sobre la cantidad de estado que
es necesaria para que no impida el desarrollo individual sin, por ello,
desproteger al individuo frente a los poderes fácticos. No hemos llegado a
ningún acuerdo. Mientras que George defiende la reducción del estado al mínimo, yo pienso que tampoco se puede dejar al país, sin más, en manos de
quienes manejan el dinero con el objetivo principal de generar más dinero.
Los acontecimientos políticos de los últimos meses decantan
la razón hacia el planteamiento de George. Veamos.
El presidente de la Generalidad de Cataluña disolvió el
Parlamento a principios de agosto. Desde entonces, salvo la aprobación de la
declaración de intenciones de la nueva mayoría, no se ha legislado nada en esta
comunidad autónoma, a la vez que hemos disfrutado de un gobierno en funciones
más preocupado de cerrar los pactos necesarios para su continuidad que en
gobernar; cuanto menos hemos tenido un gobierno a medias. Mientras tanto, ha
bajado el paro en Cataluña, ha aumentado el número de afiliados a la seguridad
social, hemos crecido por encima de la media europea y española… y se ha
pagado la deuda farmacéutica. Hasta se ha mantenido la calificación de riesgo
que conceden Moody’s y Standard&Poor’s.
Con los datos del Gobierno de la Generalidad en la mano, Cataluña está
mejor que en agosto.
El presidente del Gobierno de España disolvió el Parlamento
a finales de octubre, si bien desde julio sólo había funcionado para aprobar
los presupuestos y unas cuantas leyes anti-secesión. Desde octubre tenemos
gobierno en funciones, más preocupado en campañas electores y posterior intento
de pactos que formen la nueva mayoría, situación en la que seguimos y que puede prologarse unos meses. Mientras tanto, en
España ha bajado el paro, ha aumentado el número de afiliados a la seguridad
social, hemos crecido por encima de la media europea y la prima de riesgo se
mantiene en unos límites aceptables. Hasta la calificación de riesgo que
conceden Moody’s y Standard&Poor’s parece haber mejorado. Con los datos del Gobierno de la Nación en la mano, España está mejor que en octubre.
Los datos apuntan a que George tiene razón: con menos estado
parece que las cosas nos van mejor. ¿Podría prolongarse esta situación durante
un par de años o hasta que hayamos salido definitivamente de la crisis? Así
estaríamos en condiciones de poder afrontar la siguiente…
***
Estoy leyendo el Asesinato de Pitágoras y entendiendo cómo
pueden influir las matemáticas en la forma de hacer política. Ayer el Parlament
de Catalunya lo entendió también:
JxSí+CUP=Procés
Iniciamos la desconexión.
1 comentarios:
Ciertamente muchas veces es mejor no tener jefe que tener un mal jefe.
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